por Daniel Cuervo
Fiesta de la AAUUUUUUU (leer simulando ruidos del estómago)
Noche de panzas vacías...y bolsillos también
Desde nuestro punto de vista, no se puede achacar a la AAU y a sus autoridades por lo sucedido...o muy poco...al menos como responsables directos.
Personalmente no nos consideramos con autoridad suficiente para criticar drásticamente a gente que actúa en forma desinteresada, de la cual la mayoría de nosotros exige, reclama y espera, pero para la que generalmente contribuimos con muy poco o directamente con nada.
Tal vez nuestra óptica personal, la de nuestro u otros equipos, no necesariamente tiene que coincidir con la de muchos otros, que posiblemente vivieron de una manera muy distinta esta fiesta.
No se puede opacar el esfuerzo que la Directiva puso en todo ésto, lo hicieron por el bienestar de todos y tenemos que recordar que lo hacen en forma totalmente honoraria, no creemos que se estén enriqueciendo con nuestros 50 pesos mensuales.
Hay que ponerse a organizar algo así, piénsenlo un instante.
Dejen el control remoto, el diario, los championes e intenten pensar en ponerse las pilas para llevar adelante algo así, obviamente en nuestro tiempo libre.
Todo éso como broche final, sumado al esfuerzo realizado durante todo el año.
También es cierto que nadie los obligó, ni los obliga, ni obligará, evidentemente lo hacen con gusto notorio y meritorio por la tarea encomendada y renovada por las urnas.
Ahora es fácil criticar para nosotros, pero siempre pueden aportarse algunas reflexiones para el futuro y aquí modestamente intentaremos hacerlo.
No vamos a negar que nos fuimos con una calentura bárbara, en mesas muy cercanas se vivían angustias similares, acrecentadas por llamativos episodios que ustedes habrán leído en páginas mucho más populares que ésta.
Pero bueno, tal vez fuimos unos pocos los que lo vivimos así, por éso intentaremos controlar toda la negatividad que ahora nos puede llegar a brotar por los poros.
Hay que esforzarse por tratar de recordar y rescatar lo bueno de aquella noche, la entrega de premios en sí, es el recuerdo que la mayoría de nosotros debemos llevarnos, pero tratando de contribuir a evitar cometer ciertos errores nuevamente.
Esperamos horas (algunos más de 5) para que nos nombraran fugazmente por los parlantes, para que luego pudiéramos hacer una veloz carrera al escenario, rescatar nuestro trofeo de aquél entrevero y volver raudamente a la mesa, sin mucha o ninguna gloria. Al menos así lo vivimos los que estamos "de mitad de tabla para abajo".
A alguien se le ocurre cómo mejorar ésto? Lamentablemente no se nos ocurre nada mejor. Es cierto, cada entrega de premios (el acto de entrega en sí) que uno recuerda del pasado es mejor cuanto más anterior fue. Y éso tiene una explicación simple: ÉRAMOS MENOS, ahora se ha complicado bastante el tema.
Por éso, la solución alternativa no surge ahora fácilmente. La AAU ha crecido muchísimo, todo gracias a nosotros, por supuesto, a los atletas que la constituímos.
Se debe a todos aquellos que hemos entusiasmado a otra gente a enrolarse a esta causa, o bien a todos los que lo hicieron por decisión puramente personal, sin conocer previamente a ningún socio ni equipo...pero ésos seguramente deben ser los menos.
La Directiva de turno ha tomado y tomará medidas acertadas que favorezcan y contribuyan a ello, generando un crecimiento exponencial, o bien en el error involuntario, ocasional o reiterado, irá en sentido contrario y retaceará este entusiasmo de participar, a pesar de la efervecencia creciente que se vive en cualquiera de las carreras del verano.
Tal vez el pico de crecimiento de la AAU ya pasó, ya fue, no conocemos en detalle las cifras leídas objetivamente, pero a más de uno nos parece percibir que el entusiasmo llegó a su punto más alto en los dos años anteriores.
Ahora en el 2007 pareciera que estamos o estuvimos en un período estacionario, o hasta si se quiere, con algún pequeño declive. Las cifras lo dirán.
Al menos en la participación activa, no de acuerdo a lo que arrojan los fríos registros de gente que tal vez ya se ha alejado un poco.
Pero esta sensación, a veces subjetiva, puede depender obviamente de nuestro entorno más cercano.
Es cierto que varios grupos de corredores comparten esta opinión, pero tampoco se puede generalizar.
Seguramente habrá algún grupo que se armó recién este año y vive distinto la coyuntura actual.
Volviendo al tema de la fiesta final, tal vez la Directiva cometió, o ha cometido en los últimos años, el error de intentar darle demasiado "vuelo", con la mejor de las intenciones, a nuestro evento de cierre.
Contratando lujosos salones, brindando exquisitos menúes, espectáculos musicales, etc.
Ahora lo que más cuesta creer es que esos 350 pesos que abonaron religiosamente hasta los niños mayores de 6 años, fueran dedicados EXCLUSIVAMENTE a la comida, sin contar los trofeos, la bebida, el local, los espectáculos, etc, etc, que se cubieron con recursos propios y genuinos de la AAU (en definitiva dineros de todos nosotros).
Es importante también recordar y destacar todos los suministros y beneficios que la Directiva consiguió en forma gratuita desde diversas empresas y organismos oficiales.
Nosotros no pensábamos alimentarnos como para todo el fin de semana en esa única noche, como tal vez hizo más de un famélico desubicado, sea atleta o simple allegado.
Pero por los más de 1000 pesos que una familia tipo debió pagar, creemos que debía recibir algo más.
Todo a pesar que nosotros concurrimos con una pequeña base alimenticia previa, por precaución, recordando experiencias anteriores. Tal vez no siempre en cantidad insuficiente sino en la demora, como en aquél 2005.
Ahora no nos animaríamos a tildar con gruesos epítetos a los responsables del servicio de cattering contratado, aunque seguramente sean el blanco principal de las críticas.
Hubo versiones provenientes de los responsables directos e incluso de algunos mozos, que hablaban de la existencia de más de 6000 ravioles. Si, más de 6000 malditos ravioles...esos codiciados ravioles servidos tipo ayuda humanitaria de la ONU.
Por otro lado, ellos también hablaron de que había bastante más comensales de lo que se había previsto. Otra vez colados como en algún año anterior ? Habrá que investigar...
Acaso no daba el presupuesto y/o la mano de obra para llevar esos platos y servirlos ordenadamente en cada mesa ? Como en definitiva se hizo con el postre, supervisados por la mirada tardíamente preocupada -y posterior a todo este lío- del "maitre". Seguramente después de un buen "café" que le pasó Fernández y compañía, a quienes se les veía discutir a la distancia, un poco detrás de los telones de la improvisada cocina.
Por supuesto que no recomendaríamos a esta gente ante nadie, ni estando alcoholizados, ni para alimentar la fiesta de nuestro peor enemigo, lo que vivimos algunos fue bastante lamentable, penoso, quedando con el plato abajo del brazo.
Hicimos largas colas, siempre siguiendo el consejo de que no nos agolpáramos, nos aseguraban que en definitiva "había para todos".
Todo fue en vano, plato en mano, sin conseguir siquiera unos 5 ravioles para poder decir que cenamos, "como Dios manda".
Detrás nuestro en la fila, había gente indignadísima, que después permaneció un poco más callada ante nuestras quejas similares, pues ellos estaban REPITIENDO PLATO y nosotros íbamos a intentar rescatar algún sólido por primera vez, aunque sea para nuestros hijos.
No queremos dar nombres, no vale la pena. Buen provecho, muchachos...y no tan muchachos, como aquella noble señora de mirada clara, garronera también de algún metro que otro en alguna carrera a varias vueltas.
El hecho de volverse a la mesa todos con los platos vacíos y en el trayecto poder ver unos cuantos platos a medio servir (o a medio comer), abandonados en otras tantas mesas, no hizo otra cosa que acrecentar el malestar.
Pero con quién nos tendríamos que calentar más, ahora, con la cabeza más fría? Hacia dónde dirigir ahora estos dardos? Segurolas de hacerlo hacia la AAU y su Directiva, su cara visible?
Hacia muchos de nuestros amigos y colegas corredores a quienes los atacó uno de los más primitivos y naturales instintos de la raza humana, el hambre furibundo ?
Hay que acusar a aquellos seres, ávidos de hidratos suplementarios para la San Felipe, que nos dejaron sin un triste raviol crudo ?
Posteriormente, gracias a una gran amiga corredora de Los Rojos y en definitiva asérrima defensora de los infantes, pudimos rescatar unos pocos ravioles para los niños, eran unos 16 en 2 platos, a tal riesgo de que ella casi se queda sin ninguno, después de esperar turno.
Ravioles que en definitiva se prometían "en 15 minutos" y luego se desmentían "no hay más", gente que iba y venía de las mesas, como almas en pena.
Nos fuimos triunfales de esa cola de refugiados hambrientos, al principio con aire y sonrisa sobradores y soberbios, ante la mirada atenta de envidiosos estómagos.
Pero luego cuando las miradas eran insostenibles, les repetíamos "son para los niños, son para los niños...".
Y así fue. Se los tuvieron que comer sin chistar, como nunca lo hicieron, en completo silencio y sin quejas. Era comer éso o morir, un bolo obtenido como premio al sacrificio y la paciencia...eran muy poquitos, al cortarlos a la mitad parecían más, pero fueron la envidia de la mesa.
Nosotros no llegamos a probar ni uno, muchos aseguraron que también hubiera sido en vano, pues en definitiva estaban crudos. No era para menos, ante la insistencia famélica de nuestra, no daba tiempo ni para hervirlos completamente.
Sinceramente creemos que para los eventos venideros habría que bajar bastante las pretensiones, tal como se lo comentáramos luego a algún integrante de la Directiva, felicitándolo de todas maneras, por encima de todo y de estos enojos puntuales, por la sacrificada organización del evento de cierre que llevaron a cabo. Es lo que corresponde.
Paradójicamente, la bebida (refrescos) no faltó nunca, a pesar de ser "de arriba". Y la cerveza tampoco, hasta sobraron algunas botellas, pero claro, ésto no dependía del servicio contratado. La AAU las compró aparte, por suerte.
Y bueno, tal vez para el 2008 tengamos que hacer simplemente una picada, una chorizada, una hamburgueseada, una empanadereada, una panchoteada, o algo así, con un ticket de acceso y consumo básico más accesible, con eventuales adicionales para gente de estómagos más voluminosos y/o ávidos de completarse, que seguramente abundan entre nosotros, como quedó demostrado ampliamente en esta cena. "A comer que se acaba el mundo" fue la frase que quedó suspendida en el aire esa noche.
Tal vez de esa forma estaríamos más acordes con nuestro nivel cultural y de pretensiones en general, ésto por supuesto va dicho sin desmedro de nadie. Tampoco estamos juzgando el comportamiento primitivo o de primate que alguien pueda haber tenido.
No era preferible un buen chorizo al pan, o quizás una hamburguesa, en vez de todo ese paté verde ?
Acaso no nos convocaba el simple encuentro con los amigos, con la excusa de recibir algún premio ?
O en realidad íbamos puramente a comer y queríamos hacerlo de "guante blanco" ?
Con 350 pesos por persona (incluyendo los niños pequeños), no hubiéramos comido bastante mejor en cualquier bar o restorán, si todavía teníamos que pagarnos incluso las bebidas aparte?
Esos 1050 pesitos que nosotros invertimos, en La Pasiva (o donde fuera), hubieran rendido bastante más, verdad ? Éso comentábamos con gente incluso muy allegada a la Directiva, porque en definitiva ellos no pueden pensar muy distinto tampoco, son tan mortales como nosotros y también les duele el bolsillo como a cualquiera de los que concurrimos al evento, habiendo pasado por boletería.
Muchos nos dirían, no es lo mismo que un bar, para nada. Por supuesto que es cierto, ni queremos compararlo, pero sirve como simple referencia. Piensen que ese dinerito fue casi (o sin el casi) exclusivamente para los sólidos, no para el resto de todo el show.
Con estos precios, no estamos excluyendo también a numerosas familias de atletas que tuvieron que concurrir solos o directamente ni siquiera pudieron ir ellos ?
Es un terrible sacrificio económico para todos e incluso desde el punto de vista organizativo, intentar darle tal categoría al evento y tal vez tampoco valga la pena.
El inconveniente de la comida alcanzó incluso a ilustres y numerosos invitados, que retornaban con cierta sonrisa a sus mesas, con platos bajo el brazo y sus estómagos irremediablemente casi vacíos hasta que luego llegó el heladito.
Por otro lado, tendríamos que reducir la cantidad de premios ?
Más rápido ya no se pueden entregar, ya estamos al límite de la velocidad con la que un locutor avezado podría hablar. Ya sería absurdo y poco serio.
Ya ni suben al escenario siquiera los que salieron primeros. No da el tiempo, no hay vueltas. O al menos no parece darlo, si es que lo más importante tal vez sea pasarlo bailando o simplemente mirando el -por momentos interminable- show musical.
Creemos que este aspecto de la entrega de premios en sí, mejoró bastante con respecto al año pasado en particular, dicha entrega volvió un poco a ser el centro del evento, como corresponde y el local actual también ayudó. Pero estamos al límite de lo coherente.
Si reducimos la cantidad de premios a entregar tal vez obtengamos una premiación más decorosa y memorable, pero...habrá tanta gente en las mesas? Y lo que es primordial....que sucedería con la adhesión en las carreras?
Es muy dificil buscar y lograr la solución o al menos obtener un equilibrio, por éso hay que tener un poco de cuidado al criticar, el tema no es nada fácil.
******* AGREGADO 18/12/2007 ******
Insertamos un agregado final, ya días después, pues nos habíamos olvidado del tema.
Hay una cosa que no nos termina de cerrar y en este caso responsabilizaríamos a la organización, tal vez no a todos los Directivos, sino a alguno u algunos en particular, sin importarnos en realidad quién fue. Aunque tampoco es un tema mayor.
La desubicadísima subida (o mejor dicho desubicadísima convocatoria a subir) al escenario de Nelson Lence, contra el cual no tenemos absolutamente nada en contra, es más, casi ni lo conocemos, al menos en sus trabajos recientes.
Lo ubico perfectamente de Decalegrón y poco más.
Por más que nunca nos gustó su estilo, en absoluto, para nada, éso es aparte, no viene al caso ahora, su actuación puede haber cambiado drásticamente, no lo sabemos.
Tenía más merecimientos de subir al escenario ese señor, antes que dedicarle esos minutos a alguno de nuestros numerosos atletas destacados ?
No queremos nombrar a nadie, pero creo que aspirantes al escenario hay unos cuántos antes que quién subió (SIN LÍMITE DE TIEMPO, OBVIAMENTE, COMO EN DEFINITIVA TUVIMOS TODOS NOSOTROS, LOS VERDADEROS "DUEÑOS" DE LA FIESTA).
Qué tiene que ver este -seguramente excelente- actor con nuestra actividad, con nuestra A.A.U.?
Alguna vez corrió unos metros junto a Julio Garra, compatió llegadas con Filadelfo, vivió alguna etapa junto a nuestro fundador Cubelli ?
Quién lo invitó ? De abajo de qué piedra salió ?
Cuando subió, él dijo : "Ser actor y ser corredor tiene mucho en común."
Mirá vos...todavía estamos esperando la explicación, en lo personal, la desconocemos.
No fuimos luego a pedirle autógrafo ni explicaciones.
Pobre Nelson Lence, no tiene nada que ver en ésto.
Ni con esta queja ni por supuesto con nuestra cena.
Las invitaciones restantes, bueno, podrán ser más, menos o nada discutibles, pero ésta...
Y si lo invitaste -andá a saber el por qué-, bueno, ya está, dejalo sentadito allí que igual casi nadie lo veía, pero por favor, no lo hagas subir.
Queríamos darle vuelo, categoría, nivel internacional al show ?
Invitá a Mónica Farro, a Claudia Fernández, qué se yo...hubiera sido exactamente igual de desubicado, pero recuerden que Mónica Farro al menos nos calentó esa fría mañana de agosto en la Reebok 2006. Algo tiene o al menos algo tuvo que ver con nosotros, ja, ja, ja.....
Ah, cobró por éso ? No lo hizo de onda ?
Lo único que falta es que ahora nos digan que le pagó la AAU !!!
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